jueves, 27 de diciembre de 2012

Deja que Jesucristo Reine en tu Corazón. Miqueas 5.


Dios le ha dado la potestad a Jesucristo de poder reinar. Mateo 28: 18 “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
Todos los que aceptemos que Jesucristo tiene el poder podremos experimentar el vivir seguros, sin ningún temor. Ya que el mismo será quien se encargue de nuestra protección. Miqueas 5: 4 “Y él estará, y apacentará con poder de Jehová, con grandeza del nombre de Jehová su Dios; y morarán seguros, porque ahora será engrandecido hasta los fines de la tierra.

El tener a Cristo como nuestro protector no significa que no tengamos problemas, lo que en verdad significa es que a pesar de los problemas o los gigantes que se levanten en contra nuestra siempre saldremos victoriosos. V 5 “Y éste será nuestra paz. Cuando el asirio viniere a nuestra tierra, y cuando hollare nuestros palacios, entonces levantaremos contra él siete pastores, y ocho hombres principales;
Un boxeador no puede pretender ser campeón si no quiere subir al cuadrilátero y pelear. La única forma que un boxeador tiene para ser campeón es si sube pelea y gana.
Lo mismo sucede con los cristianos. Jesucristo no promete prepararnos un mundo especial para nosotros, o meternos en una burbujita de cristal. Lo que Cristo quiere es prepararnos para conquistar y salir victoriosos en este mundo difícil. Juan 16: 33 “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
Como buenos padres nuestra labor no es mantener a nuestros hijos ocultos del mundo, un día ellos van a tener que salir y ese día si no están preparados, el mundo los puede destruir.
Nuestra labor de padres es preparar a nuestros hijos y darles las herramientas necesarias para que ellos puedan salir victoriosos. El darle todo gusto a nuestros hijos no es la mejor manera para prepararlos, enséñales a que todo lo que tú les das cuesta y que es necesario luchar duro para ganárselo.
Hay muchos hijos que mientras sus padres Vivian todo lo tenían, pero cuando sus padres fallecieron o por algún motivo ya no están con sus hijos ellos derrocharon lo que sus padres les dejaron y llegaron a vivir en pobreza absoluta; la razón, nunca fueron entrenados, preparados para vivir en victoria.
Cierto entrenador de futbol dijo alguna vez: no me traigan jugadores que quieran ganar…tráiganme jugadores que quieran prepararse para ganar. Querer todos quieren, preparase muy pocos.
Los que aceptamos a Jesucristo como nuestro señor él nos prepara para que lleguemos a ser luz en la oscuridad, sal en un mundo sin sabor, roció en una tierra reseca. V 7 “El remanente de Jacob será en medio de muchos pueblos como el rocío de Jehová, como las lluvias sobre la hierba, las cuales no esperan a varón, ni aguardan a hijos de hombres.
Los hijos de Dios no estamos para lamentarnos por nuestra situación, somos entrenados para superar la adversidad y ser unos verdaderos leones en la selva, cabeza y no cola. V 8 “Asimismo el remanente de Jacob será entre las naciones, en medio de muchos pueblos, como el león entre las bestias de la selva, como el cachorro del león entre las manadas de las ovejas, el cual si pasare, y hollare, y arrebatare, no hay quien escape.
La única forma que un deportista tiene para llegar a ser un campeón es sometiéndose a fuerte entrenamiento y dejando muchas cosas que no le convienen a su cuerpo y que no lo dejan rendir.
Jesucristo se encargara de destruir de nosotros todo lo que estorba para que lleguemos a ser su pueblo, un pueblo de campeones, un pueblo especial cuyo único Dios sea Jehová. V 12-13 “Asimismo destruiré de tu mano las hechicerías, y no se hallarán en ti agoreros.  5:13 Y haré destruir tus esculturas y tus imágenes de en medio de ti, y nunca más te inclinarás a la obra de tus manos.

Deja que Jesucristo reine en tu corazón y te llevara a una vida de victoria



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